Documentación de Performance

Damasco. Ciudad Despojo

Este trabajo artístico propuesto por Cartografías del deseo explora las consecuencias de las guerras y la violencia en el comportamiento humano. Damasco es una serie de cuatro performances donde representamos una tribu urbana que a través de reminiscencias corporales reflexionamos sobre la herencia cultural, el sentido de comunidad, la función del lenguaje, la comunicación, la memoria y las formas de organización en un futuro primitivo simulado.


Este futuro primitivo como plantea John Zerzan muestra la desconfianza hacia las mentiras institucionalizadas que han sido utilizadas para justificar las condiciones de existencia humana. El poder, la autoridad, la organización social y las creencias que provocan la dominación, la fragmentación entre los vínculos; por tanto, las guerras.

El proyecto Damasco reflexiona sobre la guerra actual en Siria. Esta guerra ha sido uno de los acontecimientos más amenazantes para la historia de la cultura occidental y sus formas de organización política, militar, social y económica. La guerra civil en Siria ha sido provocada por intereses internacionales para debilitar a este país, uno con mayores reservas de petróleo. Sin embargo la invasión a Siria ha sido mediatizada a través de argumentos fundamentalistas criticando el fanatismo religioso para justificar la invasión. En este sentido el proyecto artístico Damasco plantea trastocar las bases en las que se ha edificado la supervivencia humana. Damasco ofrece un panorama distópico que transgrede los límites geográficos, es un ejercicio de traslado de una problemática mundial a un escenario local con el fin de cuestionar nuestra posición ante el sufrimiento del otro que creemos distante, diferente, incluso equivocado.

Los episodios de performance en Damasco narran las características de una comunidad que vive en un futuro destruido por estas guerras. Esta tribu se presentará en cinco episodios que describen las características de los habitantes de este escenario precario, lo tomamos como una oportunidad de imaginar una reformulación de los supuestos. Durante los cuatro episodios titulados como Finantes, Construitas, Vigías, Paladeantes representan los comportamientos residuales para hablar de este futuro imaginado cargado de pasado vacío. Durante la realización de los performances somos humanos carentes de memoria, de lenguaje y recuerdos, las reminiscencias corporales recrean comportamientos olvidados e instaurados en escenarios destruidos y lugares de despojo en nuestra civilización actual.

Los personajes en Damasco se presentan desnudos como signos de vulnerabilidad e imagen de un estadio salvaje. Los no domesticados saben que solo el presente puede ser total. Esto significa que durante el performance reconocemos la vida con inmediatez, juego, sorpresa y descubrimiento con mayor apertura de cómo la vivimos nosotros.

Estamos contaminados por el gas sarín (neurotóxico) tenemos movimientos erráticos en el cuerpo, sufrimos de asfixia y nos quema la piel, intentamos buscar agua para aliviar las quemaduras. Los bombardeos en Damasco ocasionaron estas reacciones, las recuperamos para instaurar de manera vivencial una situación de tal desesperación con la intención de suspender los juicios hacia culturas distintas pero de las que se torna necesario ser empáticos.

El sentido protector y el instinto alimentador se trabajan como virtudes cardinales de los no civilizados, representamos la falsa protección de la vida en la cual sembramos y comemos basura, educamos maniquíes, domesticamos animales de peluche, simulamos regar plantas de plástico y amamantamos con sérum a un neonato envuelto en trajes militares, nos alimentamos de polvo y cazamos aparatos.

Mayté Esparza